La situación en Bélgica: La evacuación de Dunkerque
Las rápidas victorias alemanas
La eficacia de la campaña alemana en los Países Bajos motivaron a los aliados a acelerar su llegada al río Dyle, sin sospechar que en ese momento el Grupo de Ejército A alemán estaba cruzando las Ardenas y, cuando las hubiera atravesado por completo, quedarían completamente rodeados. En este momento los tanques alemanes estaban atascados en las angostas carreteras de las Ardenas a 160 kilómetros de la salida, si los aliados hubieran conocido la existencia de este avance hubieran podido detenerlo en seco.
El 12 de mayo el XIX Cuerpo Panzer al mando del comandante Heinz Guderian salió de las Ardenas, y el gobierno francés entró en pánico al conocer la existencia del Grupo de Ejército A. Sin embargo, aún en ese momento tenían oportunidad de detener el audaz ataque, ya que el cruce del río Mosa era considerado imposible para los tanques.
En la noche del 12 y del 13 de mayo Guderian lanzó un ataque para cruzar el río Mosa cerca de Sedán. La artillería francesa que se suponía detendría a los tanques fue bombardeada por los Stukas alemanes, se lanzaron unos 1.215 bombardeos, hasta aquel momento el mayor bombardeo de la historia. Los cuerpos Panzer alemanes eran muy distintos a los de los aliados, ya que contenían efectivos militares de casi todos los cuerpos del ejército, por ende, soldados de infantería se encontraban disponibles y cruzaron el río en balsas de goma, para destruir la resistencia que había quedado en el otro lado. Mientras tanto, zapadores construyeron un puente de pontones en menos de 10 horas. La Real Fuerza Aérea lanzó un ataque con 70 aviones para destruir el puente alemán, pero los cazas y las baterías anti-aéreas alemanas causaron a los ingleses su peor derrota aérea hasta entonces: sólo 31 aviones regresaron. Hoy en día es considerado que el cruce del río Mosa se logró gracias a la excelente coordinación de las fuerzas aéreas, la infantería y los blindados alemanes.
El 14 y el 15 de mayo los franceses lanzaron un ataque acorazado al flanco vulnerable de Guderian pero fue rechazado por la artillería anti-aérea. Al finalizar el combate, los alemanes habían abierto una brecha de 80 km en el frente de las Ardenas y se preparaban para cortar la retirada de las fuerzas aliadas en Bélgica.
La bolsa de Bélgica
Para aquel momento la situación francesa era desesperada. El 15 de mayo de 1940, el recién nombrado primer ministro francés Paul Reynaud telefoneó al primer ministro británico sir Winston Churchill para declararle que la guerra se había perdido. Mientras tanto, el general francés Gamelín, el cual se encontraba alejado e incomunicado del campo de batalla, ya que se había valido de las líneas telefónicas para conocer la situación del frente, pero estas hacia mucho que habían sido cortadas. Por otra parte, los intentos franceses de establecer el frente de las Ardenas fracasaban debido al rápido avance alemán, que se acercaba cada vez más y más al Canal de la Mancha.
Cuando Churchill viajó el 16 de mayo de emergencia a París a observar personalmente la situación se encontró con que el gobierno ya estaba evacuando París, y al entrevistarse con el general Maurice Gamelin, éste le dijo que no tenían ninguna reserva táctica con la que hacer frente al avance alemán. De todas maneras, se lanzó la única división acorazada disponible, sin lograr ningún resultado.
El 17 de mayo, el entonces coronel Charles de Gaulle organizó rápidamente la Cuarta División Acorazada y la lanzó contra los flancos alemanes cerca de Laon, pero igualmente fue rechazado. Sin embargo esta acción le atrajo popularidad que eventualmente le sería útil.
El 18 de mayo, un cuerpo panzer al mando del legendario Erwin Rommel llegó el primero al Canal de la Mancha y el cerco, aunque débil todavía, quedó completo. Casi un millón de soldados aliados quedaban cercados.
El 20 de mayo de 1940 el nuevo Comandante en Jefe aliado, ya que Gamelin había sido obligado a renunciar, el mariscal Maxime Weygand anunció el Plan Weygand. Dicho plan requería que las tropas anglo-francesas atrapadas en el norte y los tanques del Coronel De Gaulle en el sur, atacaran simultáneamente al cerco alemán, intentando romperlo.
De Bundesarchiv, Bild 146-1971-042-08 / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5482606 Calais en ruinas |
El 22 de mayo los franceses intentaron romper el cerco cerca del este de Arrás, pero para aquel momento la infantería alemana ya había llegado al lugar, y estos, aunque sufriendo muchas pérdidas, lograron repeler a los franceses. Mientras tanto el jefe de la Fuerza Expedicionaria Británica Lord Gort, que no tenía fe alguna en el Plan Weygand, ordenó la retirada de Arras sin informar nada al mando francés, al cual estaba subordinado. Ese mismo día la Segunda División Panzer asaltó la guarnición aliada en Boulogne-sur-Mer que se rindió el 25. Al mismo tiempo la Décima División Panzer asaltaba la población de Calais, que se rindió el 27.
La Primera División Panzer se dirigía a Dunkerque cuando recibió la orden de parte de Hitler de detener el avance. Hitler había sido convencido por el jefe de la Fuerza Aérea Alemana Hermann Göring de que podía evitar la evacuación a Inglaterra de las tropas atrapadas en Bélgica. Por otro lado, el general Von Rundstedt había declarado que el asedio de las ciudades no era la tarea normal de los tanques y que podrían generarse grandes bajas.
Cuando el comandante de la Fuerza Expedicionaria Británica John Gort se percató de la pausa alemana propuso lanzar la Operación Dinamo, conocida comunmente como la Evacuación de Dunkerque.
La evacuación de Dunkerque
El 26 de mayo inició la operación Dynamo y eventualmente la Operación Cycle cuyos objetivos fueron evacuar a las tropas británicas y francesas atrapadas en Dunkerque y El Havre respectivamente.
Bajo un intenso fuego de artillería de las baterías alemanas y bombardeos de aparatos de la Luftwaffe, entre los que se encontraban los bombarderos en picado Stuka, miles de soldados ingleses, franceses y belgas hacían colas en la playa, mientras siete divisiones francesas ofrecían resistencia en los ochenta kilómetros del frente.
La Armada británica había preparado una flota con cuarenta destructores y ciento treinta barcos mercantes y de pasajeros, que debían embarcar las tropas en condiciones muy precarias, pues el puerto de Dunkerque había sido devastado por la Luftwaffe, y solo estaba practicable la zona exterior durante la marea alta. Para transportar a los soldados desde la playa hasta los barcos de la Royal Navy, que permanecían en alta mar defendiéndose de los bombardeos de la aviación alemana con sus propias baterías antiaéreas, se utilizaron todos los medios disponibles en la playa.
A pesar de la creencia popular de que se utilizaron para el rescate todo tipo de barcos pesqueros y de recreo disponibles en las costas inglesas, la operación Dinamo fue llevada en secreto por la Royal Navy con la única ayuda de varios buques mercantes. La crítica situación de Dunkerque solamente se dio a conocer al público al final, en la tarde del 31 de mayo, y aunque los dos días siguientes salió al canal una flotilla de pequeños barcos, el número de supervivientes que rescataron fue muy bajo.
El primer día de junio, el intenso bombardeo al que estaban siendo sometidos los puntos de embarque de las tropas aliadas marcó el final de la Operación Dinamo. La operación, ideada en principio para evacuar a cincuenta mil hombres en cinco días, había superado las expectativas, ya que se habían evacuado a un total de 338 872 combatientes, 215 787 de los cuales eran británicos y otros 123 095, belgas y franceses, por lo que desde aquel día, la operación fue bautizada como El Milagro de Dunkerque.
El 2 de junio a las 3:30 a.m., el último barco partía en dirección al Reino Unido. El resto de las tropas británicas que quedaron en Dunkerque se rindieron a los alemanes, mientras que las tropas francesas intentaron abrirse paso hacia el sur, pero finalmente tuvieron que rendirse, además, las pérdidas materiales —armamento destruido o abandonado a los alemanes— habían sido cuantiosas: 6 destructores británicos hundidos, 3 destructores franceses hundidos, 19 destructores dañados, 200 navíos hundidos, 200 navíos dañados, 100 tanques británicos, 177 aviones británicos, además de todo el equipo y las armas pesadas abandonados en la playa.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Francia
https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Dinamo
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Francia
https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Dinamo
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