La Batalla de los Países Bajos
Antecedentes
Debido a la inexistencia de líneas defensivas importantes en los Países Bajos, tanto el bando aliado como el bando del Eje consideraron a los Países Bajos y a Bélgica como la mejor ruta para atacar a su oponente. A pesar de las continuas insistencias aliadas de que los Países Bajos y Bélgica se unieran al bando aliado, estos dos países mantuvieron su neutralidad, incluso después de que los belgas obtuvieran los planos del ataque alemán, donde quedaba clara la intención germana de invadir a Francia, a través de Bélgica.
Francia, por su parte, consideró respetar la neutralidad de Bélgica y los Países Bajos hasta el verano de 1941, época en que pensaba lanzar una importante ofensiva sobre Alemania, que finalmente nunca llegó a realizarse.
Después de la Invasión de Dinamarca y de Noruega, ambas neutrales, el gobierno neerlandés empezó a tomar medidas defensivas, preparándose para un posible asalto aerotransportado. Sin embargo la mayoría de la población creía de forma ingenua que tanto los Aliados como Alemania iban a respetar su neutralidad como hicieron en la Primera Guerra Mundial.
El estado de el ejército neerlandés
Debido a la escasez de artillería, de fuerza aérea, de fortalezas modernas, la inexistencia de tanques y el mediocre entrenamiento de las tropas neerlandesas, no era de extrañar que los generales alemanes pronosticaran conquistar el núcleo de los Países Bajos en un día.
Gran parte de la defensa de los Países Bajos dependía de la "Línea de Agua", creada en el siglo XVII y obviamente obsoleta para 1940. Sin dejarse desanimar los neerlandeses la movieron un poco más al este en el siglo XIX. En 1940 colocaron puestos de guardia. La "Línea de Agua" estaba colocada de forma tal que los suelos delante de ella podían ser fácilmente inundados, convirtiendo el campo de batalla en un lodazal. El área atrás de la línea fue llamada ingenuamente Vesting Holland ("Fortaleza Holanda"). Se planeó inicialmente replegarse a esa zona ante la invasión alemana, con la esperanza de que este país sólo ocuparía las provincias del sur necesarias para invadir Bélgica y dejaría el resto de los Países Bajos en paz.
Cuando la guerra se volvió inminente, los neerlandeses construyeron la "Línea Grebbe", que debía resguardar las áreas no protegidas por la "Línea de Agua". Por supuesto, esta nueva línea defensiva no cambió en gran manera el desarrollo de la batalla.
Después de que Noruega y Dinamarca fueran invadidas, los Países Bajos se prepararon para un posible ataque de paracaidistas sobre La Haya y Róterdam. Esta fue una de las pocas acciones acertadas que se llevaron a cabo para evitar la invasión.
La invasión alemana
Día 1
En la madrugada del 10 de mayo de 1940, aviones alemanes cruzaron el cielo neerlandés pero pasaron de largo hasta el canal de la Mancha. Los neerlandeses creyeron que los aviones se dirigían a Gran Bretaña, pero los escuadrones dieron media vuelta sobre el Canal y regresaron a las bases neerlandesas, destruyendo a la mayoría de la Fuerza Aérea de los Países Bajos en el suelo.
Inmediatamente después las fuerzas aerotransportadas fueron lanzadas desde Junkers Ju 52, aunque el fuego antiaéreo neerlandés logró derribar unos 275 de estos aparatos durante toda la batalla. Esta fue la primera señal del fracaso alemán en La Haya. Los paracaidistas no pudieron capturar el aeropuerto en el tiempo acordado, por lo que cuando los aviones alemanes con soldados a bordo empezaron a aterrizar fueron destruidos por los pocos carros armados que tenían los defensores. Inmediatamente fue suspendido el aterrizaje en el aeropuerto original y los aviones empezaron a aterrizar donde podían, quedando las tropas dispersas. Finalmente los paracaidistas tomaron el aeropuerto, pero cuando llegaron los refuerzos neerlandeses, los alemanes tuvieron que huir.
En Róterdam la situación fue distinta, los paracaidistas encontraron seria resistencia, pero al aterrizar más y más soldados, los defensores neerlandeses fueron superados. Cerca de Róterdam todos los puentes importantes fueron capturados.
De Bundesarchiv, Bild 146-1981-064-18A / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5483092
Soldados alemanes cruzan la ciudad de Maastricht |
Días 2 y 3
El optimismo neerlandés prevaleció durante los primeros tres días de la batalla, principalmente a causa de que la velocidad de los acontecimientos impedía disponer de información objetiva y completa. No obstante, la población estaba convencida de que, en caso de ataque alemán, el Reino Unido y Francia vendrían al rescate en unos pocos días y empujarían a los alemanes de vuelta a su país. Los británicos y los franceses no llegaron. El ejército francés avanzó a través de la frontera belga-neerlandesa, pero fue obligado a retirarse hacia Dunkerque algunos días después. Si bien hubo algunos pequeños éxitos neerlandeses, los alemanes avanzaron a gran velocidad.
Los últimos días
El 14 de mayo la situación neerlandesa parecía haber mejorado: aunque los alemanes ocupaban ya la mayoría del territorio, las ciudades principales y el grueso de la población neerlandesa estaban aún bajo control neerlandés. El avance alemán fue detenido en el Kornwerderzand (una línea de puestos avanzados situada en el Afsluitdijk e imposible de sobrepasar); los paracaidistas alemanes resistentes fueron eliminados o rodeados y los panzer alemanes parecían haber sido detenidos en el sur, en Róterdam. Los neerlandeses no eran los únicos en darse cuenta de la situación. El Alto Mando alemán y el propio Hitler estaban preocupados. Hitler, quien había planeado el ataque a los Países Bajos junto a Von Manstein, temía que los británicos desembarcasen en la costa neerlandesa y emplearan los aeródromos neerlandeses para atacar Alemania, por lo que exigió que los Países Bajos fuesen derrotados en pocos días.
El final
Se envió un ultimátum a los defensores de Róterdam poco después. Se les conminaba a capitular inmediatamente; en caso de negativa, serían bombardeados. Cuando el oficial neerlandés regresaba de firmar la capitulación, de pronto un enorme grupo de bombarderos alemanes hizo su aparición; a pesar de los intentos de aviso mediante bengalas para cancelar el ataque (el por qué la formación no había recibido la orden de abortar la misión sigue siendo un tema controvertido), y aunque un grupo retornó a la base, el otro gran grupo continuó y bombardeó Róterdam. Cerca de 900 personas murieron y la ciudad sufrió enormes daños, sobre todo a causa de los incendios.
Enfrentado a un nuevo ultimátum que amenazaba con la destrucción tanto de Utrecht como de Ámsterdam, el comandante en jefe neerlandés, el general Winkelman, hundido por las noticias de la destrucción de Róterdam y siendo consciente de que los británicos y los franceses no podrían acudir en su ayuda, decidió que las vidas de la población civil eran más importantes que alargar la lucha unos pocos días más. Decidió que los Países Bajos se rindieran, con la excepción de la provincia de Zelanda, donde la lucha continuó a fin de dar a las tropas francesas un tiempo necesario para su retirada.
Consecuencias
Tras la derrota neerlandesa, Guillermina de los Países Bajos estableció un gobierno en el exilio en el Reino Unido. La ocupación alemana comenzó oficialmente el 17 de mayo de 1940, siendo el único partido legalizado el NSB (Nationaal-Socialistische Beweging in Nederland), alineado con el NSDAP alemán. Habrían de pasar cinco años, durante los cuales más de 250 000 neerlandeses murieron, antes de que los Países Bajos recuperasen su libertad.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_los_Pa%C3%ADses_Bajos
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_los_Pa%C3%ADses_Bajos
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